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Siempre piensas, dudas, reflexionas, sobre lo que harás, lo que serás.... pero cuándo sucede algo que te afecta en primer grado lo dejas atrás, abandonas las dudas, las reflexiones, los pensamientos, y lo dejas para más tarde, crees que lo solucionaras más adelante. Pero la verdad, siempre suceden acontecimientos, día a día, que hacen cambiar a miles de personas, pero ¿que importan las demás personas sobre ti? ¿Porque nos comparamos siempre con lo que los otros hacen, o con que los que lo han hecho peor o mejor, o nos metemos dentro de su comparación? ¿Porque? ¿Porque nos cuestionamos sobre nosotros mismos? Sabemos que la educación se basa en la competitividad, cuando lo que pretenden es un mundo compartido. Pero, ¿me importa sinceramente? La verdad es que no lo sé. Yo quiero, creo, y se, que debo hacer, aunque no lo haga. Me comparo, me subestimo, me valoro inferiormente, y siempre me suceden historias que me hacen dejarlo para luego cuando hay que reflexionar. Sé que siempre sucederán esas cosas, por eso sé que no me sirve dejarlo para más adelante, lo tengo que hacer, tengo que decidirlo ahora, debo, ¿pero como? Cuándo eso te sucede, cuando te suceda, es cuando lo haces, lo eliges, es cuando de verdad lo decides, y ya lo tenías decidido anteriormente, pero sólo te faltaba elegir el momento oportuno para emplearlo. Des de un buen principio nacemos con lo que somos, nuestra mente lo tiene todo programado, el llanto, ese llanto es lo que nos hace olvidarlo, nos vuelve ineptos, nos hace abdicar sobre lo que sabemos. Pero yo ya abdiqué, abdiqué sobre todo lo que debí desaprender, y dejé en manos de Dios y del destino, lo que me sucedería, porque la elección ya fue elegida.

PD: Instinto olfativo. Sexto Sentido. Mi y yo, todos sabemos conjugarnos en pasado y a lo mejor en presente, pero nunca en futuro.

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