Un poema
- Diego
- 23 mar 2015
- 1 Min. de lectura
Conocimos el intrincado
Idioma con el que los
Árboles se atacan, se estrujan y se
Deshojan, ese con el
Que los gatos
Se observan el pelaje.
Camino, salto, gateo, tocando el infinito
Profundo de tu cuerpo y
El trigo azucarado de tu
Ombligo.
Labio a labio
Mano a mano
Carne a carne
Tuyo y nuestro.
Entre pestañeos alcanzábamos
La nota que arrulla la
Noche y el silencio,
Con el que se duermen
Las moscas y los corazones.

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