Te recuerdo
- Anna Vives
- 31 mar 2015
- 1 Min. de lectura
La Felicidad existió para mí en un tiempo inmaduro cuando creía en hadas y fuegos fatuos. Aquellos días quedaron impresos en mi subconsciente eternamente y nunca me abandonarán. La ignorancia es la portadora de la felicidad. El saber siempre acarrea desdicha. Te recuerdo alto y esbelto, con una dulce sonrisa cómo blasón. Alumbrabas cómo un sol incansable a todos cuanto te rodeaban y tú, generoso, regalabas tu magia. Tus burbujas de jabón. Te recuerdo enamorado, las palabras sonaban dulces en tus labios. Las promesas brillaban en tus ojos. Tus besos de algodón de azúcar. Tus abrazos de esperanza. Tus caricias de futuro. Te recuerdo en el bosque, subiendo a los árboles y buscando semillas. Regalándome bonitas flores silvestres con las que adornar mí cabello. Desprendías tanto amor que convertiste tú alrededor en primavera eterna. Te recuerdo de muchas maneras magníficas y me esfuerzo para que pesen más que los años venideros de oscuridad. La felicidad que existió para mí ahora mece en un amplio espacio en mis recuerdos. Mis mejores momentos fueron contigo. Me hiciste brillar y crecer. Bailar y creer. Soñar y crear. Amar.



































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